Los últimos días del sitio de Tenochtitlán
Y todo esto pasó con nosotros.
Nosotros lo vimos,
nosotros lo admiramos.
Con esta lamentosa y triste suerte
nos vimos angustiados.
En los caminos yacen dardos rotos,
los cabellos están esparcidos.
Destechadas están las casas,
enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas,
y en las paredes están salpicados los sesos.
Rojas están las aguas, están como teñidas,
y cuando la bebimos,
es como si bebiéramos agua de salitre.
Manuscrito anónimo de Tlatelolco, 1528. Disponível em:
www.biblioweb.tic.unam.mx. Acesso em: 13 out. 2021 (fragmento).